Uno de los cambios globales más visibles en el mundo, incluida Polonia, es la progresiva urbanización del espacio. Este proceso ha traído muchos beneficios, pero también está asociado a graves amenazas medioambientales, entre ellas el ruido, que afecta negativamente a la salud y la calidad de vida de las personas. Sus principales fuentes son las instalaciones industriales y el tráfico rodado, ferroviario y aéreo. El ruido es uno de los tipos de contaminación ambiental más nocivos y molestos.
El Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido se celebra en todo el mundo desde el año 1995 por iniciativa de la Liga de Discapacitados Auditivos (The Center for Hearing and Communication), que inició esta festividad para llamar la atención sobre los efectos nocivos del ruido y concienciar sobre su presencia generalizada en la vida humana moderna. Este año se celebra por 29ª vez. En Polonia, el Día de Concienciación sobre el Ruido fue iniciado en 2000 por la Sociedad de Higiene Acústica.
– Somos los más afectados por el ruido ambiental, especialmente el del tráfico, que sufren varios millones de polacos. Es un grave peligro para la salud del que mucha gente no es consciente y que tendemos a no notar a diario. Sin embargo, el ruido del nivel sonoro de 85 dB provocado por un camión ya puede causar daños auditivos. Si una persona funciona en semejante «smog acústico» durante 7-8 horas al día, años más tarde desarrollará con toda seguridad daños en sus células auditivas – subraya el Prof. Henryk Skarżyński, director del Instituto de Fisiología y Patología de la Audición y consultor nacional de otorrinolaringología.
El ruido es la emisión excesiva de energía acústica y es una de las principales causas de pérdida de audición entre los 466 millones de personas de todo el mundo que padecen una pérdida de audición de moderada a grave. Se considera que el nivel umbral perjudicial es de 65 dB, que es la intensidad sonora generada por el tráfico, por ejemplo. Deteriora la audición y afecta negativamente a la salud, provocando irritabilidad, mayor riesgo de hipertensión, trastornos del sueño, tinnitus y deterioro cognitivo. Según la Organización Mundial de la Salud, las investigaciones sobre los perjuicios del ruido aportan cada vez más pruebas de efectos sobre la salud como resultados adversos en el parto y problemas de salud mental, entre otros. El riesgo de ictus de las personas mayores de 65 años expuestas a ruidos prolongados aumenta un 27%. El ruido libera cortisol, la hormona del estrés.
– Las dosis moderadas y altas de ruido elevan el umbral auditivo, lo que supone una pérdida temporal de la sensibilidad auditiva normal. Esta «sordera temporal» suele remitir al cabo de unos minutos, horas o incluso días, en función de la dosis de ruido, el nivel de ruido y la duración de la exposición al ruido; la pérdida periódica y repetida de la sensibilidad auditiva progresa gradualmente hasta convertirse en daños y deficiencias auditivas permanentes. La persona deja de oír sonidos suaves y, en su lugar, aparecen acúfenos: silbidos, chirridos, timbres, golpes, toques – advierte el profesor Henryk Skarżyński.
5 de cada 10 jóvenes escuchan música a un volumen demasiado alto y 4 de cada 10 están expuestos a ruidos peligrosamente altos, por ejemplo en conciertos o acontecimientos deportivos. La OMS calcula que 1.100 millones de jóvenes (de 12 a 35 años) corren el riesgo de sufrir pérdida de audición debido a la exposición al ruido en entornos recreativos.
¿Qué niveles de ruido se encuentran en la vida cotidiana? He aquí algunos ejemplos: 65-95 dB cortacésped eléctrico, 70 dB tráfico de autopista; 85 dB restaurante ruidoso; 90 dB conversación a gritos, 95 dB taladro eléctrico, 95-110 dB moto, 90-115 dB metro, 100 dB discoteca escolar, 110 dB sala de videojuegos, 110 dB concierto sinfónico y claxon de coche, 117 dB estadio de fútbol, 120 dB concierto de rock, 120 dB taladros neumáticos y maquinaria pesada, sirena de ambulancia, 150 dB fuegos artificiales.
La pérdida de audición inducida por el ruido se acumula a lo largo de la vida. A menudo, cuando una persona se da cuenta de que tiene una pérdida auditiva, ya es demasiado tarde.
Tres pasos para una audición sana
- Limite la exposición al ruido. La exposición a sonidos cotidianos puede provocar una pérdida de audición permanente si el volumen es demasiado alto. De usted depende proteger su audición: baje el volumen de su música, evite la exposición prolongada a ambientes demasiado ruidosos, eduque a sus hijos.
- Hágase una prueba de audición. Bastan cinco minutos con un diagnosticador autorizado para saber si hay algo preocupante en su audición.
- Siga haciéndose pruebas si se lo recomiendan. Hágase una evaluación auditiva completa y siga las recomendaciones de su audiólogo. Su salud y su calidad de vida dependen de ello.
– Apreciemos y empecemos a respetar el silencio. En la antigua China, la exposición al ruido era un castigo severo: «El que ose ofender al Altísimo no será ahorcado, decapitado ni encadenado, sino condenado a escuchar ininterrumpidamente las gaitas, los redobles de tambores y los gritos hasta que caiga muerto. Porque ésta es la muerte más agonizante que un hombre puede sufrir…» – fue la orden del ministro Ming Ti. Normalmente no nos damos cuenta de que nuestra irritación, trastornos cardíacos, cardiovasculares y metabólicos suelen estar causados por el ruido. No somos conscientes de cómo el ruido puede dañar la salud. El hombre forma parte del medio ambiente: forma su parte, pero también depende de él. La comunidad científica polaca es consciente de la crisis planetaria, incluidos fenómenos tan desfavorables como el «smog acústico», que se traduce en la salud individual y el estado de las sociedades, razón por la cual elegimos el lema «One Health – Una Salud» como lema del V Congreso “Salud de los Polacos” del año pasado. Una crisis que afecta a un área, afecta a las demás. Recordémoslo», apela el profesor Henryk Skarżyński.
¡Proteja su audición, proteja su salud! No esperes a que sea demasiado tarde. ¡Empiece ya!